Edición 58

Repensando el sistema educativo peruano

Repensar la educación desde un Estado presente en todos los territorios

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Patricia Correa Arangoitia | EDUCACCIÓN

Mateo, tendrá un inicio del año escolar inusual y en un escenario distinto al acostumbrado. La Directora de su centro de educación inicial, donde ha iniciado su año escolar este 6 de abril, compartió virtualmente el mensaje de apertura unido a un conjunto de directivas para las madres y padres de familia. De forma paralela, su profesora formó un grupo en redes sociales para acompañar las clases “remotas”, implementadas desde una Institución educativa pública de educación inicial en la ciudad. Mateo cuenta con un televisor y conexión a internet, lo que le permitirá acceder a lo que el Estado ofrece a través del programa “Aprendo en casa”.

El Sistema Educativo ha sido diseñado sobre la base de un espacio común: la escuela, y con varios intentos de dotar de herramientas TICS (Tecnologías de Información y Comunicación) como parte de la política educativa. Hoy, esa escuela, no puede albergar a una comunidad educativa que se mantiene en aislamiento obligatorio, de cara a una de las mayores pandemias de los últimos tiempos, que sigue cobrando de forma exponencial miles de vidas, sin distinción y sin vacuna en el mediano plazo. Estas circunstancias ponen en evidencia lo crucial e importante de contar con sistemas públicos que velen por todos y, a partir de esa mirada, unir los esfuerzos privados para integrarlos en torno al bien público, específicamente en temas de salud y educación.

La educación, como un preciado derecho que debemos garantizar, está enfrentando su primer gran desafío en este año: dotar de instrumentos y estrategias para que -desde sus hogares, mientras dure el aislamiento- los estudiantes puedan acceder sin dificultad a oportunidades de aprendizaje previstos desde las escuelas, y en donde el currículo cobra un protagonismo central.

Pero no será tan sencillo. Hay claras evidencias de brechas digitales que dificultan la inclusión de un gran sector de la población estudiantil. Se abre entonces, una puerta atípica que nos debe motivar a repensar la manera como ha sido estructurado el Sistema Educativo Nacional. El Estado peruano está hoy respondiendo rápidamente con las estrategias y herramientas que tiene a la mano o que está creando, pero resulta clave el acceso a la TV, radio y otros medios de comunicación masivos, públicos y privados, que se integren para acompañar a los estudiantes en este proceso.

Asimismo, la articulación Intergubernamental es más clara y desafiante. Los gobiernos locales requieren de un trabajo articulado con los gobiernos regionales y el central, lo que pasa necesariamente por una estrategia intersectorial con el sector salud, bajo la premisa: si no cuidamos la salud no tendremos mejores oportunidades educativas.

Son nuevos tiempos que traen consigo nuevas oportunidades. Debemos poner el foco en las condiciones de bienestar y desarrollo que se ofrecen a los estudiantes y docentes, y a partir de ello avanzar hacia el fortalecimiento de sus capacidades. Y hago hincapié en esta premisa: su bienestar. Esa es la tarea que el Estado debe asumir como su gran desafío a lo largo y ancho de todo el país, territorializando las condiciones para lograr una óptima labor docente con igualdad de oportunidades.

Este trabajo demanda invertir en ciencia y tecnología e innovación, lo cual nos dará luces sobre las necesidades territoriales en el ámbito educativo. Además, tienen que estar presentes en esta propuesta las universidades licenciadas, las cuales tiene un gran potencial para aportar a los sistemas regionales -de salud y educación- desde sus espacios de investigación. Por ejemplo, hoy se abre un campo importante para que las universidades contribuyan con conocimiento y tecnología para fabricar y reparar respiradores, tan vitales en la actual coyuntura.

Por tanto, necesitamos acortar brechas digitales implementando estrategias de educación remota digital y masiva con los medios de comunicación convencionales, con una estrategia clara de articulación entre los tres niveles de gobierno. Los espacios locales, tienen la oportunidad de convertirse en espacios de aprendizaje.

Durante décadas hemos asistido a un proceso acumulativo de postergación de una gran cuota poblacional para que pueda acceder a una educación de calidad, muy a pesar de los esfuerzos realizados en la última década por el Estado. Hay también sobre la mesa una deuda pendiente con las poblaciones vulnerables.

Aprendo en casa abre una puerta importante, que se suma a las distintas experiencias a lo largo y ancho del país. Pero no serán suficientes. Necesitamos trabajar desde la educación comunitaria, aquella que convoca, compromete y moviliza a los que comparten un territorio y buscan hacer de ella el mejor lugar para vivir.

Tenemos al frente un gobierno que lidera una de los episodios más difíciles que nos ha tocado vivir como sociedad. Todo se ha trastocado, y a la vez se ha abierto una gran oportunidad para pensar lo esencial de la vida y de la educación. Nuestro sistema educativo, de la mano de un sistema de salud y desde una mirada intersectorial en territorios concretos. centrado en la persona, debe resultar un solo sistema que proteja y eduque a sus ciuadadanos y ciudadanas. La república necesita reiventarse desde los más valioso que tiene: las capacidades de la gente que la educación debe potenciar.

Lima, 6 de abril de 2020

 

Patricia Correa Arangoitia
Experta en gestión de políticas educativas y gestión descentralizada, educadora de profesión, tiene una maestría en Gestión Pública en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha sido Jefa de la Oficina de Coordinación Regional del Ministerio de Educación, y también asesora en descentralización educativa en el Consejo Nacional de Educación.