Román Aller | EDUCACCIÓN
El territorio es el espacio privilegiado para la acción. Allí es donde se encuentran diversos actores (con demandas e intereses), organizaciones e instituciones que buscan dar respuesta a diferentes problemáticas. Si algo no funciona, apoyan, complementan y comparten responsabilidades para buscar salidas y soluciones concretas. Sin embargo, también en ese mismo territorio coexisten conflictos, tensiones y pugnas de poder. Por ello, estas dinámicas en el territorio exigen tener roles claros. Uno de los roles de los gobiernos locales es el de la educación.
Aquí tienen un rol clave los gobiernos locales para organizar, brindar servicios públicos y de esta forma acercarse al ciudadano. Ello debiera permitir mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos a través de las instituciones y sus políticas. En ese sentido, los gobiernos locales al estar más próximos con los ciudadanos pueden actuar de manera conjunta entre los actores, diversos sectores y las organizaciones, y así adecuar las soluciones a su propia realidad y contexto territorial.
¿Qué deben hacer los gobiernos locales por la educación? Según el artículo 82 de la Ley Orgánica de Municipalidades (LOM), Ley N°27972, cuentan con veinte funciones específicas compartidas con el gobierno regional y nacional. Por un lado, allí se encuentran algunas funciones que dan pistas por dónde debe primar su accionar. Por ejemplo: “Promover la consolidación de una cultura de ciudadanía democrática y fortalecer la identidad cultural de la población campesina, nativa y afroperuana”. Por otro lado, hay algunas funciones que debieran revisarse para evitar su duplicidad con los órganos especializados, por ejemplo, “Monitorear la gestión pedagógica y administrativa de las instituciones educativas bajo su jurisdicción, en coordinación con la Dirección Regional de Educación y las Unidades de Gestión Educativa Local”.
Sin embargo, dicha norma ha sido poco asumida por los tres niveles de gobierno y desde el nivel nacional, a través del Ministerio de Educación, impulsaron algunas iniciativas como el proceso de la municipalización de la educación. Proceso que no tuvo éxito, precisamente porque no se articulaba con el proceso de descentralización, hubo una débil coordinación con el Ministerio de Educación y con los gobiernos regionales, tal como lo señaló el informe 148 de la Defensoría del Pueblo. Posteriormente, se hicieron algunos esfuerzos importantes: 1) Lineamientos para la relación intergubernamental entre el Ministerio de Educación, Los gobiernos Regionales y Gobiernos Locales; 2) Matriz de Gestión Descentralizada de la Educación; 3) Lineamientos para la gestión educativa Descentralizada. Sin embargo, todo esto ha sido insuficiente, debido a que no se implementaron de forma contundente y a la tendencia hacia la re-centralización, hechos que limitaron la consolidación del proceso de descentralización educativa.
En los últimos años, se ha impulsado el GORE Ejecutivo, que busca profundizar la relación entre el Poder Ejecutivo, y los Gobiernos Regionales; así como los Muni-Ejecutivo con los gobiernos locales. Se busca así fortalecer las relaciones intergubernamentales e intersectoriales. Sería importante revisar si ello “sintoniza” con los mecanismos con los que cuenta el sector educación y, sobre todo, si los roles que se asignan al gobierno local son claros y se articulan con los gobiernos regionales y sus instancias de gestión educativa descentralizada: Dirección Regional de Educación (DRE) o Gerencia Regional de Educación (GRE) y la Unidad de Gestión Educativa (UGEL).
Por tanto, para que los gobiernos locales asuman un rol claro en la educación y se adecúen a sus propias características, no debe perderse de vista el sentido de sus responsabilidades ni la perspectiva territorial. Es decir, que las acciones que realicen para dar respuesta a sus ciudadanos tienen que darse en el marco de sus competencias, articularse con los actores y sectores en su territorio y en coordinación con el gobierno regional, nacional y las instancias de gestión educativa descentralizada. Ello exige no contraponer funciones con dichas instancias de gestión.
Es por eso necesario que los gobiernos locales sean soporte, brinden condiciones y complementen con acciones educativas para sus ciudadanos en sus respectivos territorios; que asuman responsabilidades en la educación, para contribuir con la finalidad del desarrollo integral de la persona[1] a lo largo de toda la vida, tanto en instituciones educativas como en los diferentes ámbitos de la sociedad[2].
Finalmente, aquí algunas pistas sobre algunas acciones que los gobiernos locales deben realizar de manera sostenida y convertirlas como políticas locales.
- En el campo del soporte a la tarea educativa, con el mantenimiento de los locales de las instituciones educativas, apoyo en la distribución de materiales educativos, incentivos y facilidades a los estudiantes y docentes para acceder a servicios públicos y privados, etc.
- En el campo de las condiciones, debieran asegurar la seguridad, la limpieza, el traslado de estudiantes en zonas donde se requiera, entre otras.
- En el campo de la educación integral, podría complementar promocionando actividades locales en deporte arte, música, danza, así como recuperar los espacios públicos para una interrelación entre las diversas generaciones y aprovechar las diversas experiencias organizativas en sus respectivos territorios.
De esta manera los gobiernos locales puedan tener un rol claro: la educación en sus territorios.
Lima, 10 de febrero de 2020
REFERENCIAS
Defensoría del Pueblo. Informe 148 Primera supervisión del Plan de Municipalización de la Gestión Educativa: aportes para su implementación, 2009.
Ley Orgánica de Municipalidades. Ley N° 27972
Ministerio de educación, Lineamientos para la relación intergubernamental entre el Ministerio de Educación, Los gobiernos Regionales y Gobiernos Locales, 2016.
Ministerio de Educación. Matriz de gestión descentralizada, 2016.
NOTAS
[1] Artículo 13 de la Constitución Política del Perú.
[2] Artículo 2 de la Ley N°28044. Ley General de Educación (LGE)