Schleicher: «La escuela tiene que ser un proyecto común de la sociedad en su conjunto»

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Enrique Delgado Sanz / ABC

De la LOGSE a la LOCE para luego pasar por la LOE y acabar con la LOMCE. Con esta sopa de siglas se puede resumir el panorama educativo español en los últimos 25 años. Cuatro leyes distintas, muchas generaciones de jóvenes y, desde el año 2.000, casi siempre una tónica general: el informe PISA concluye que en España hay que hacer algo con la Educación porque vamos a la cola de los principales países desarrollados.

En un momento político en el que los acuerdos son inevitables, Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE y del Informe PISA, aporta la receta para mejorar, que no es otra que un gran consenso. «En temas educativos tiene que construirse una coalición, pero no sólo entre partidos políticos, también tienen que tomar parte, y es muy importante, los padres y los profesores», sugiere –precisamente el ‘padre’ del Informe PISA- en una entrevista concedida a este diario con motivo de su visita a los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, hasta donde se ha desplazado como ponente de un seminario organizado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa.

Para Schleicher, el sistema educativo «no se puede cambiar en tres o cuatro años», una tónica que, con permiso de la LOGSE, no se cumple en España donde cada Gobierno decide modificar la ley educativa cuando llega al poder. «El modelo educativo no es algo que puedan decidir únicamente los agentes políticos o educativos», defiende el investigador, quien tiene muy claro que «la escuela tiene que ser un proyecto común de la sociedad en su conjunto».

En este punto, Schleicher insiste en que los maestros tendrán que jugar un papel más relevante que el actual a la hora de configurar las leyes. «Hay que involucrar a los profesores en el diseño de los cambios, no sólo dejar en sus manos la implementación de los mismos», apuesta el director de Educación de la OCDE, quien no oculta su preocupación por el nivel educativo de nuestro país.

Se pueden hacer mejor las cosas

Como lamenta, en España hay uno de cada cinco alumnos que «no sabe interpretar la información» que se le plantea. Y quizá así se entiendan los malos resultados de los alumnos españoles en esta prueba ya que, como repite Schleicher, actualmente hay «un aumento de la demanda de las capacidades analíticas». Esto es, justamente y como subraya, «saber extrapolar en lugar de memorizar».

Schleicher comenta que eso «ya lo hacen los ordenadores» y advierte que, para responder a las necesidades de la sociedad, saber extrapolar el conocimiento va a ser uno de los puntos en los que se van a centrar las exigencias de los próximos exámenes PISA. «No se requiere que los alumnos aprendan algo y lo memoricen, sino más bien que sepan usar de forma creativa lo aprendido», remarca.

El camino por recorrer es largo y, con la realidad en la mano, parece difícil que España consiga ponerse al nivel de los países punteros a corto plazo pero, sin embargo, Schleicher anima a dar un paso hacia adelante porque la recompensa sería notable: «Si España pudiera conseguir que sus estudiantes interpretaran correctamente toda la información que se les plantea, no se convertiría en Finlandia pero sí aseguraría que ningún alumno se quedara atrás».

 

Fuente: ABC / Madrid, 04 de julio de 2016