También deberíamos estar agradecidos con la gente que trabaja en las panaderías, cocinando, cuyo riesgo de muerte aumentó más de 50%. Y con las trabajadoras del hogar y conductores de camiones, que vieron un aumento de 30% en el riesgo de muerte. Y con los trabajadores de la construcción y de la industria de envíos, que tuvieron más de 40% de aumento.
Esas cifras provienen de un nuevo informe en California que arroja luces sobre el impactante riesgo de contraer COVID-19 dependiendo de la profesión. También revela cuán necesario es incrementar las protecciones para los trabajadores esenciales. ¿La mejor manera de hacerlo? Mejores cubrebocas.