Cynthia Capriata / EDUCACCION
Me preguntaban en Trujillo que significado tenía para mí participar en la Bienal “Desafíos de la Realidad” que celebra la III Bienal de Arte Contemporáneo de Trujillo de 1987 en la que también participé. Pues ha sido muy emotivo porque se entremezclan mi vida personal y nuestros trabajos creativos.
He rememorado con cariño los esfuerzos que hicimos ese año. Gratos recuerdos, encuentros vitales, mucha creatividad y trabajo. Sobre todo, celebramos el nacimiento de Sebastian el 13 de noviembre casi en medio de la construcción de la monumental obra de Emilio Rodríguez Larraín, mi Emilio, ubicada en la playa de Huanchaco o Huanchaquito como le dicen. A las dos semanas de haber nacido estábamos otra vez allí bajo el sol. Nos quedamos varios meses en Trujillo. Hoy, esa misma escultura está bastante deteriorada, casi abandonada. Se defiende sola ante la incertidumbre política, cultural y económica que la conecta ahora de manera fortuita a una multitud de personas que visitarán la misma explanada para la misa del Papa. Situación bastante sui generis.
Se puede decir entonces que 1987 fue un año decisivo y que la ciudad de Trujillo tuvo un lugar predominante en mi vida personal y en mi trayectoria artística. En ese entonces no había integrado el tejido a mis obras. Volver a Trujillo en el 2017 me ha dado la oportunidad de activar espacios creativos de intercambio alrededor del pensamiento textil en la exposición Tramas y (entre) Tramas y profundizar el sentido del tejido en el arte contemporáneo a través de trabajos de la serie Bicho- Creatures en diálogo con otras obras geométricas.
Tramas y (entre) Tramas
Alfredo Alegría Alegría
En el marco de la exposición “El Desafío de la Realidad”- en homenaje y recuerdo a los 30 años de la III Bienal de Arte Contemporáneo de Trujillo- se ha presentado en la ciudad del norte la muestra individual “Tramas y (entre) Tramas” de Cynthia Capriata. Es una amplia muestra en tres salones de una majestuosa casona neoclásica.
El espectador queda ineludiblemente impactado. El trabajo es por completo singular y las obras presentadas se proponen como realizaciones pictóricas pero con una atingencia: el color ha sido trabajado utilizando textiles tejidos a crochet o bordados sobre algodón. Desde el principio, la artista está tomada por un énfasis hacia la manifestación de la vida a través de formas en las que construimos perceptualmente al órgano reproductor femenino en diversas posibilidades. Remarca úteros, vaginas, trompas, fetos…Y sin embargo, lo aparentemente explícito se torna –básicamente- en un hecho poético. La supuesta violencia visual que el tema podría tener, se convierte más bien en un ritmo melódico de espacios y volúmenes.
El espectador queda ineludiblemente impactado. El trabajo es por completo singular y las obras presentadas se proponen como realizaciones pictóricas pero con una atingencia: el color ha sido trabajado utilizando textiles tejidos a crochet o bordados sobre algodón. Desde el principio, la artista está tomada por un énfasis hacia la manifestación de la vida a través de formas en las que construimos perceptualmente al órgano reproductor femenino en diversas posibilidades. Remarca úteros, vaginas, trompas, fetos…Y sin embargo, lo aparentemente explícito se torna –básicamente- en un hecho poético. La supuesta violencia visual que el tema podría tener, se convierte más bien en un ritmo melódico de espacios y volúmenes.
Esta temática queda reforzada por conjuntos de imágenes en papel impresas en monotipia como también otro conjunto que muestra series de mandalas. En ellas, la artista ingresa a lo esotérico. A su vez, retratos sin rostro que se lanzan como interrogantes al espectador. ¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos? Y todo este contexto humano sugerido se refuerza con trabajos que titula paisajes reformulan las composiciones y renuevan los colores que la artista utilizaba cuando seguía el lenguaje de la abstracción pictórica como lenguaje.
No se trata pues de una exposición conceptual. Por el contrario, Cynthia Capriata impacta por el énfasis en una estética de lo inmediatamente sensual, si así puede llamarse. Forja un impacto emocional y de belleza con un carácter vital. Las líneas y los colores surgen desde los hilos entretejidos por el crochet o el bordado. El público queda enfrentado ante formas completamente enredadas, que adquieren un carácter tridimensional que dan la sensación -en un primer momento- de no tener ni comienzo ni fin. No son sino tramas que emergen en espacios a los que se otorga una significación. La confusión formal de estas tramas se aparece como una representación de lo que constituye la vida: un conjunto de tramas intrincadas desde donde surge inevitablemente un camino.
¿Paisajes? ¿Escenarios? ¿Sugerencias? Hay un delicado contrapunto emocional en estas obras en donde la sensación se torna en concepto. Lirismo dirigido a establecer una relación directa con el espectador. La angustia que surge por momentos se va diluyendo y solo queda una posibilidad: la fe en la belleza.
Como pueden observar el conjunto de estas iniciativas apuntan a más colaboraciones creativas y ponen en valor a la ciudad de Trujillo.
Lima, 11 de diciembre de 2016