¿Por qué es crucial comprender cómo se produce el aprendizaje en el contexto educativo actual, especialmente para docentes y líderes educativos enfrentando los retos formativos del Siglo XXI? En una era donde la información es abundante, la inteligencia artificial acelera sus pasos y las necesidades educativas están en constante evolución, es fundamental que los profesionales de la educación no solo impartan conocimientos, sino que también comprendan profundamente los procesos mediante los cuales los estudiantes adquieren y aplican estos conocimientos, ya que cada vez más la pregunta en el ámbito laboral y en la vida ya no solo es “¿qué sabes?”, sino, sobre todo, “¿qué sabes hacer con lo que sabes?”. El libro “Cómo aprende la gente” (Bransford, J., 2000) ofrece un análisis muy interesante de este tema, así que, haciendo un resumen del primer capítulo sobre los fundamentos del aprendizaje, aquí 5 claves esenciales para un aprendizaje basado en evidencia y su relevancia en la creación de entornos de aprendizaje efectivos y significativos:
Concepciones Previas: Este aspecto enfatiza la importancia de entender y adaptar la enseñanza a las ideas preconcebidas de los estudiantes, lo cual es crucial para mejorar la comprensión y el aprendizaje. ¿De qué sirve avanzar en las lecciones programadas o en las sesiones de aprendizaje planteadas si de aquello no se quedarán con gran cosa nuestros estudiantes? Bien vale la pena, invertir tiempo en tener claras sus concepciones previas antes de entrar en materia para conectar lo que queremos enseñar en función de lo que realmente saben.
Aprendizaje Profundo: Aquí, la discusión se centra en cómo la educación debe ir más allá de la mera memorización, promoviendo una comprensión que transforma la información en conocimiento práctico y aplicable. Cómo decíamos al inicio, no se trata de preguntar lo que saben, sino qué saben hacer con lo que saben. Esto nos puede ofrecer una mejor medida de la profundidad con la que nuestros estudiantes están adquiriendo el aprendizaje y la capacidad que tendrán de utilizarlo posteriormente.
Metacognición: Este punto destaca la importancia de enseñar a los estudiantes a reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje, lo que les permite autoevaluarse y ajustar sus métodos de estudio de manera efectiva. Cada actividad de reflexión sobre lo que están aprendiendo, sobre lo que no sabían y ahora sí, sobre su aplicación práctica y su conexión con otros aprendizajes adquiridos, les ayuda a consolidarlo.
Aprendizaje Activo: Se enfatiza la necesidad de involucrar a los estudiantes activamente en su educación, fomentando la exploración, el cuestionamiento y la construcción activa del conocimiento. Aprendemos cuando hacemos, pero también cuando reflexionamos sobre lo que hacemos, cuando nos cuestionamos lo que hacemos, pero también cuando recibimos retroalimentación sobre lo que hacemos. Por eso son tan importantes las estrategias de clase que activan todos estos principios.
Construcción del Conocimiento: Finalmente, se explora cómo los estudiantes construyen nuevos conocimientos a partir de sus bases de conocimiento existentes, lo que requiere un enfoque pedagógico que reconozca y utilice estas bases preexistentes. Volvemos al inicio una y otra vez, preguntando sobre lo que saben, construyendo a partir de sus intereses, de sus ideas preconcebidas, de sus enfoques y conceptos en uso. Esto es igual de válido para un niño/a de 3 años que para un adulto en una formación. Porque, como bien lo expresa el título del libro, así aprende la gente.
Estas claves no solo ofrecen una hoja de ruta para mejorar las prácticas educativas, sino que también proporcionan una base sólida para comprender mejor cómo se desarrolla el aprendizaje en distintos contextos y con diversos estudiantes. Toda una invitación a los educadores y profesionales del sector (incluyendo aquellos que desarrollan tecnología) a reflexionar sobre estas claves y a considerar su aplicación en el aula para enriquecer la experiencia educativa con fundamentos y principios de cómo se produce el aprendizaje.
Para más información y profundización en cada uno de estos aspectos, en las referencias los datos del libro completo y la invitación a unirse a la discusión sobre cómo podemos aplicar estos principios en nuestros entornos educativos.
Fuentes
Bransford, J (2000). How people learn: brain, mind, experience, and school. Washington, D.C.: National Academy Press. Committee on Developments in the Science of Learning and Committee on Learning Research and Educational Practice, Commission on Behavioral and Social Sciences and Education, National Research Council.
Finlandia, diciembre de 2023
