Edición 90

Escribir sin escribir en la educación inicial

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Hay secciones de Educación Inicial donde se está iniciando prematuramente a los niños en la escritura. Aunque, en el fondo, no se les enseña a escribir, sino que se los introduce en el trazo de grafías, lo cual no es precisamente lo que más conviene. En este artículo no haré más críticas. Prefiero comenzar en positivo, sugiriendo lo que se puede hacer en favor del aprendizaje futuro de la escritura.

Imagino que la intención de las docentes de Educación Inicial es preparar el camino para el ingreso de sus niños al aprendizaje de la escritura, que deberá producirse en el primer grado de educación primaria. Puede ser. Lo acepto provisionalmente, ya que incluso el currículo del nivel dispone que se trabaje en ese componente del lenguaje, haciendo que los niños escriban “toda clase de textos en su lengua materna”. Pero creo que hay otras formas de hacer las cosas, todavía sin que los niños escriban.

¿Qué es lo que conviene buscar?

Como se trata de una preparación, ésta tiene dos propósitos: (i) Que los niños se acerquen a la idea de lo que es escribir y (ii) que tengan una idea de para qué se escribe.

Muy pequeñitos, los niños habrán visto en casa a sus parientes haciendo algo misterioso con lápiz y papel. Su mamá o su papá escriben algunas notas, un hermano llena páginas de su cuaderno o completa renglones en su libro de trabajo. Algo hacen que deja huellas en el papel, como garabatos extraños. Y aún más. Ven que otras personas miran esos garabatos y dicen algo en voz alta: comentan, preguntan, confirman. Algunos niños avanzan más: “saben” que eso es “escribir”, y ellos mismos intentan hacerlo, con una escritura que no responde precisamente al “sistema convencional”, como dice el currículo.

En los centros de Educación Inicial se trabaja sobre esas intuiciones infantiles (que no tienen todos los niños; sólo quienes viven en hogares donde se emplea formas de lenguaje escrito), y se busca -o se debe buscar- que tomen mejor forma.

¿De qué modo conviene hacer esto? Diremos que, de modo incidental, indirecto. Sí, porque ningún docente intentará explicar a los niños qué es escribir, qué es la escritura ni para qué sirve la escritura. En cambio, trabajará de modo que los niños hagan otra cosa pero que al mismo tiempo se acerquen a los propósitos esperados.

Formas de escribir sin escribir

Una manera para que los niños “escriban” es hallar oportunidades para que los niños “dicten” a su profesora, diciéndole algo para que ella escriba “en situaciones reales de comunicación” -dice el currículo. Esto es posible hacerlo en forma individual algunas veces. Los niños han dibujado y pintado “un cuadro” y la docente les pregunta qué título quieren ponerle, o ha dibujado una tarjetita para obsequiarla a su mamá o papá en su día y la docente les pregunta que quieren decirle allí. Eso es posible, pero solo muy pocas veces. No se puede hacerlo con frecuencia, y menos con quince o veinte niños.

Sin embargo, es posible que los niños “dicten” lo que el docente escribe. Esto es factible en situaciones en que todos tienen oportunidad de participar diciendo algo que la profesora debe escribir. No serán ocasiones de “comunicación real” pero si de aprendizaje u organización de trabajo.

Veamos algunas posibilidades:

  • Hay que identificar los cuadernos de los niños o la libreta de comunicación con los padres. Es bueno que se les coloque una etiqueta. Entonces, la profesora, delante del niño o niña, escribe en la etiqueta el nombre que ella o él le dicen. La profesora lo sabe; pero es preciso que el niño lo diga y vea que ella lo escribe. Será una palabra, pero es algo que el niño ha dictado. De este modo, el niño se va dando cuenta de una de las funciones de la escritura, que es identificar, inscribir el nombre de algo (de una persona, de una mascota, una calle, de un producto en venta, de una medicina, etc.). Después, habrá ocasiones en que algún niño o niña reciba el encargo de distribuir los cuadernos entre sus compañeritos, y esto confirmará la idea de la importancia de la escritura.
  • Supongamos que los niños conocen una canción, saben entonarla y lo han hecho varias veces. La profesora les adelanta que quisiera escribir la letra de la canción “para no olvidarla”. Lo niños dicen el primer verso y la profesora lo escribe, en este caso en un papelote. Lo escribe, lo lee, y pasan al segundo verso. Así, hasta que terminan. Ya tienen el texto escrito. Los niños van comprendiendo que la escritura sirve para conservar algo, y si cantan siguiendo los versos que la profesora señala, verán que la escritura sirve para recuperar o recordar algo.
  • Supongamos que un día -o varios- la profesora informa la agenda del día. Escribe en la pizarra una lista de las actividades que van a llevar a cabo. “Cantar… Dibujar… Hacer figuras con plastilina… Jugar a la ronda cantando…, etc.). Así, se muestra que la escritura sirve para organizar el tiempo de trabajo.
  • Escribir en lista los cumpleaños que se va a celebrar en el mes. De quiénes y en qué día. Y así se ve la función registral de la escritura.
  • Si se trata de desarrollar un tema, por ejemplo, “Cómo se desplaza la gente en el barrio o en la ciudad”, hay ocasión de construir listas. Los niños dictan y la docente construye las listas en la pizarra. Qué vehículos usa la gente (autos, bicicletas, etc.); para qué va de un sitio a otro (para trabajar, pasear, visitar a un amigo, comprar cosas, etc.). Después, examinando cada lista hay ocasión de hacer muchos comentarios. Los niños “leen”, comentan, preguntan, opinan (la escritura sirve para construir y examinar conocimiento).
  • Se trata de imaginar un relato, inventando en forma colectiva un cuento con algún personaje. Algún niño dice una oración (no importa que la diga en forma correcta y cabal) y el docente la copia armándola mejor. Otro niño continúa la historia con otra idea y la docente la escribe, probablemente mejorando la estructura. Y se continúa con la intervención de otros niños. No importa que el relato salga algo disparatado y sin ilación. Lo que importa es que los niños se diviertan inventando pasos, imaginando situaciones, y que digan lo que piensan para que la docente lo escriba (lo cual es, precisamente, escribir: trasladar al escrito lo que se tiene en mente).
  • Etcétera.

Como se ve, sin que los niños escriban, en el aula se escribe bastante. Los alumnos toman conciencia de que escribir es poner “lo que se tiene en la cabeza”, lo que se piensa, lo que se recuerda, y se hace eso para recordar, para organizar, para planificar. La escritura es eso y es útil. No se les explica qué es escribir ni para que sirve. Los niños lo intuyen, como se ha dicho, de modo incidental.

Preparándose para el uso del lápiz

En inicial cinco años, de preferencia en el segundo semestre, se da un paso importante: los niños comienzan a utilizar el lápiz de grafito, que será el instrumento para el aprendizaje de la escritura durante los primeros grados de primaria.

Hemos dicho “un paso”. Sí, el tercero y el último.

Desde los tres años los niños comenzaron a usar plumones (en otros países se los llama “rotuladores”). Estos sirven para comenzar a dominar el movimiento dibujando, pintando, rellenado espacios. Los mismos niños acomodan su manito para sujetar el plumón, y eso importa poco. Después, ya en cuatro años, aprenderán a respetar espacios, a trazar algunas formas. Es probable que comiencen a emplear crayolas, menos fáciles para el trazo que los plumones, pues hay que ejercer presión, sujetarlas con los dedos y ejercer mayor control. Generalmente se sujeta las crayolas como si fueran tizas.

El siguiente paso son los lápices de colores. Se los usa para colorear espacios pequeños (Vg. el techo de la casa, la puerta, el arbolito, etc.), respetando los límites, siguiendo la dirección y con trazo uniforme. Los lápices son más exigentes, y exigen un modo más cuidadoso de sujetarlos. Hay que sujetarlos con los dedos, ya en la forma que conviene para escribir.

Ya hacia el final, en cinco años, se comienza a utilizar lápiz de grafito, el lápiz negro; pero no para escribir todavía. El lápiz de grafito será empleado para dibujar y para trabajar con los “pretextos” relacionados con la escritura. En este momento, las profesoras deben ser muy cuidadosas enseñando a los niños el modo correcto de sujetar el lápiz. Los niños no trazarán letras aun, pero ya deben sujetar el lápiz negro como debieran. Este momento es muy importante, pues el modo de sujetar el lápiz se convierte en un hábito. Si es correcto, será bueno; si es malo, será perjudicial para la escritura posterior. Hasta será una de las causas del desapego hacia la escritura.

Ejercitación de los trazos básicos: los grafismos

A la Educación Inicial no le corresponde la enseñanza de la escritura; sin embargo, puede hacer algo en favor del aprendizaje de la escritura que vendrá después, ya en la Educación Primaria.

El trabajo consiste en utilizar lo que llamo “pretextos” para que los niños se adiestren en trazar dos grafismos importantes: círculos y rectas. Estos son los componentes de las letras que el niño aprenderá a trazar cuando comience su aprendizaje de la escritura, sea cual fuere el tipo de escritura que empleará el docente de primer grado.

Hablo de pretextos, porque estos son dibujos que sirven para incluir círculos (o redondelas) y rectas. Empleando pretextos se evita el empleo de “planas”, absolutamente inconvenientes.

  • Imaginemos, por ejemplo, una mariposa, dibujada con las alas desplegadas en tamaño grande. Los niños deben adornar las alas con redondelas que deben trazar con lápiz negro, aunque después quieran colorearlas.
  • Imaginemos una fila de vehículos, sin ruedas ni ventanas. Los niños deben trazar las ruedas (redondelas) y las ventanas (cuadrados con rectas).
  • Imaginemos un paisaje campo, con nubes visibles. Los niños deben “hacer que llueva” trazando pequeñas rectas hacia abajo.
  • Imaginemos que se va a disponer un dibujo o pegar una figura dentro de un marco: los niños deben dibujar el marco con series de cuadrados, rectángulos, círculos, rectas, siguiendo algún patrón.
  • Imaginemos… En fin. Hay muchísimas posibilidades que liberan a los niños del ejercicio tedioso e improductivo de las planas.

He tocado sólo algunos puntos referidos a la escritura. En la Educación Inicial hay otras actividades que hacer con la lectura, con el hablar, con el escuchar. Esto, sólo en el área de Comunicación. Trabajo para las otras áreas hay bastante.

Final

En algunas secciones de Educación Inicial se introduce en forma prematura el conocimiento de grafías (las vocales, principalmente) no solo para que los niños reconozcan sus formas sino, incluso, para que aprendan a trazarlas. Esto es equivocado por dos razones: (i) en el fondo, se está trabajando un método alfabético absolutamente desechado por la pedagogía. No se enseña la lectura a partir de letras, (ii) se está introduciendo a los niños con una forma de escritura que tal vez no es la misma que se empleará en la Educación Primaria. Surge, entonces, una contradicción perjudicial.

En algunas secciones de Educación Inicial se trabaja con letras mayúsculas, pesando que son más fáciles de trazar. Los niños escriben palabras y hasta oraciones con esta forma de letras. Aquí también se cometen dos errores: (i) Un error ortográfico. Las letras mayúsculas son marca de nombres propios y de comienzo de oración. Otro empleo es equivocado (En el mundo periodístico se emplea letras mayúsculas para los titulares. Esa es una licencia para ese sector). Y (ii) se está enseñando algo que no servirá para la lectura de los niños, pues ningún texto está escrito solo con mayúsculas).

Lima, 12 de junio de 2023

Manuel Valdivia Rodriguez
Docente, graduado en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta. Se desempeña actualmente como asesor pedagógico. Ha trabajado en proyectos educativos para organismos internacionales en Perú, Bolivia, Ecuador, Guatemala. Responsable de la Diplomatura en Didáctica de la lectura y producción de textos funcionales en la educación primaria en la PUCP. Especialista en temas de pedagogía general y pedagogía del lenguaje, currículo, educación bilingue, educación rural. Tiene un blog: Gaceta de Educación y Pedagogía.